El bebé con Síndrome de Down, posee desde el primer momento, una serie de características fácilmente identificables, que hacen suponer la existencia de una anomalía que será confirmada, posteriormente, con un cariotipo.
Cuando el niño/a con Síndrome de Down llega al centro precisa de una estimulación de sus mecanismos de actuación en ese momento: los reflejos, el tono muscular, la respuesta a estímulos sensoriales, la capacidad de movimiento voluntario…, por ello se evalúa su nivel de desarrollo y se planifica un programa de intervención desde el marco de la Atención Temprana:
“Conjunto de intervenciones, dirigidas a niños de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tiene como objetivo dar respuesta, lo más pronto posible, a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”
Los objetivos que pretendemos alcanzar con el Programa Individual de Trabajo en esta edad son:
- Potenciar al máximo las habilidades del niño/a en las diferentes áreas de desarrollo, de manera que llegue a ser lo más autónomo posible.
- Intentar paliar en la medida de lo posible, las dificultades que puedan surgir derivadas de su propio Síndrome.
- Ayudar y orientar a la familia para conseguir que conozca y comprenda la realidad de su hijo, sus capacidades y limitaciones, actuando como agente potenciador del desarrollo del niño, adecuando su entorno a sus necesidades físicas, mentales y sociales, procurando su bienestar y facilitando su integración social.
- Emplear estrategias de intervención que sean lo más ecológicas posibles, evitando situaciones demasiado artificiales.
Todo ello se concreta en una programación individual, flexible y adaptada a las necesidades del niño/a, que se va renovando cada dos meses según va adquiriendo objetivos, tratando de no olvidar que:
- El recién nacido con Síndrome de Down es, ante todo, un bebé y necesita los mismos cuidados que otro recién nacido.
Tiene necesidad de afecto y protección.
- Es un ser activo y necesita desarrollar su potencial innato, para conocer y adaptarse al mundo que le rodea, proporcionándole el tiempo de respuesta necesario.
Con el programa de ATENCIÓN TEMPRANA PRETENDEMOS:
- Mantener al niño en el contexto familiar, ayudando a los padres y a toda la familia a mantener unas adecuadas relaciones afectivas con él.
- Enriquecer el medio en el que el niño se desenvuelve.
- Elevar al máximo los progresos del niño, para lograr su independencia en las distintas áreas de desarrollo
- Fomentar las relaciones padres-hijo, con el fin de:
Procurar que los padres inicien actividades y juegos placenteros con sus hijos.
Desarrollar habilidades de observación que les permitan interpretar las señales de su hijo.
Aumentar la comunicación del sistema padres-hijo.
- Llevar a cabo una acción preventiva, evitando que los niños presenten alteraciones más graves en los distintos aspectos evolutivos. Esta faceta preventiva, se extiende también, a todo el ámbito familiar.